Cómo ventilar centros educativos
¿Cómo ventilar centros educativos adecuadamente?
Mantener una temperatura confortable y adecuada para el estudio es fundamental. Según un estudio realizado por las universidades de Harvard, Georgia y UCLA, cada aumento de 0,55 ºC en la temperatura promedio durante el año, supone una caída del 1% en el aprendizaje. Esto es debido a que las altas temperaturas afectan negativamente a los alumnos, reduciendo su capacidad de concentración. Por ello es importante ventilar los centros educativos adecuadamente, para asegurar el bienestar de alumnos, profesores y el resto del personal del centro.
De acuerdo con este estudio, a partir de los 21ºC se aprecia una reducción en el aprendizaje de los niños. A partir de los 32, esta reducción se hace más evidente y a partir de los 38ºC es exponencial. Además, según el Anexo III del BOE-A-1997-8669, la temperatura de trabajo para actividades sedentarias debe estar entre los 17º y 27ºC, por tanto, deberíamos asegurarnos de que la temperatura en nuestros centros esté lo más cerca posible de los 20ºC sin sobrepasar el límite de 27ºC.
¿Es el aire acondicionado la mejor opción para ventilar centros educativos?
Lo primero que pasa por nuestra mente cuando tenemos que mantener fresco un edificio es el aire acondicionado. ¿Pero es siempre la mejor solución? Desde luego emiten aire frío al instante, y en espacios reducidos como despachos o pequeñas aulas produce un efecto instantáneo. Pero tiene dos inconvenientes en el caso que nos ocupa.
El principal “pero” es su elevado coste. Enfriar todo el aire dentro de un edificio no es barato, y en un centro como un colegio donde puertas y ventanas están abriéndose constantemente, puede suponer tener los aparatos todo el día funcionando pues nunca consiguen llegar a la temperatura de consigna, especialmente en grandes espacios como pasillos, vestíbulos, gimnasios o salones de actos.
El segundo problema es la temperatura mínima que nos exige la Disposición 19915 del BOE núm. 298 de 2009 cuando tenemos el aire acondicionado en funcionamiento. Esta debe de ser de un mínimo de 26ºC, por lo que si tenemos en cuenta los dos artículos mencionados, cuando instalemos aire acondicionado en nuestros centros educativos, la temperatura deberá estar entre los 26ºC y los 27ºC. Se trata de un margen muy estricto que nos deja muy lejos de esa temperatura idónea para el estudio, según la investigación que mencionábamos al iniciar este artículo.
¿Pueden los ventiladores reducir la temperatura por debajo de los 26ºC?
Los ventiladores no enfrían el aire, por lo que no pueden reducir esa temperatura, pero sí pueden reducir la sensación térmica y aumentar el bienestar de los ocupantes del centro educativo
Como puede apreciarse en el siguiente diagrama HSE (Health and Safety Executive), la velocidad del aire influye en nuestra percepción de la temperatura. Si un aula está a 28ºC, moviendo el aire a un metro por segundo la sensación térmica de nuestros alumnos será de 25ºC, que ya es inferior a lo que nos permite la ley con el aire acondicionado.
Si ya tenemos aire acondicionado en el centro, ¿es posible combinar ambos métodos?
No sólo es posible sino que nos va a permitir ahorrar mucho dinero en climatización.
En primer lugar, si fijamos la temperatura de consigna de nuestro aire acondicionado en el mínimo legal de 26ºC, de acuerdo con el diagrama anterior, a una velocidad de 0,75 m/s conseguiremos una sensación térmica aproximada de 23’5ºC.
Por otro lado, los ventiladores mezclan el aire homogeneizando la temperatura de la estancia y repartiendo ese frío por toda la habitación. Esto permite no sólo que el aire llegue por igual a todos los alumnos, sino que se alcanza antes la temperatura de consigna y los aparatos trabajan mucho menos tiempo, ocasionando un importante ahorro a largo plazo.
En el caso siguiente se puede observar como el calor está concentrado en los estratos superiores. Al encender el ventilador el aire se mezcla y se homogeneiza la temperatura en toda la estancia.
Un ejemplo muy ilustrativo de esta solución es el caso de AENA VALENCIA, que mediante la instalación de grandes ventiladores de techo consiguió reducir la sensación térmica de los pasajeros en 5ºC. Con ello pudieron permitirse subir la temperatura de consigna y así obtener importantes ahorros energéticos al tener mucho más tiempo las máquinas inactivas.
¿Cuál es la mejor opción de ventilación para nuestras aulas?
En el caso de oficinas y aulas no muy grandes con techos de 2 metros y medio o 3 metros de altura como en una vivienda, recomendamos nuestra gama AERATRON. Se trata de 3 modelos que se caracterizan por mantener nuestros criterios de ahorro energético y eficiencia (consumo máximo de 28,5W) pero implementando un diseño elegante y totalmente personalizable. Pueden cubrir hasta 35 metros cuadrados, son programables, y se controlan con un mando a distancia, de modo que el profesor puede usarlo a voluntad sin interrumpir la clase.
Para aulas más grandes pueden combinarse varios de estos modelos o utilizar uno de nuestros ventiladores HVLS. Estos ventiladores se caracterizan por mover un gran volumen de aire a muy bajas revoluciones, por lo que tienen muy bajo consumo. En concreto para las aulas recomendamos el ANEMOI AIRLIM 300M, capaz de cubrir un área de hasta 500 metros cuadrados. Para zonas más espaciosas como bibliotecas, salones de actos existen modelos con motores más potentes y mayor diámetro para adaptarse a los distintos espacios. En caso de que el centro disponga de instalaciones deportivas, recomendamos leer este otro artículo donde abordamos soluciones más específicas.
¿Puedo programar y automatizar los equipos?
Todos nuestros modelos pueden manejarse a través de una pantalla de control digital (Magnocontrol). Estos controladores permiten agruparlos o encenderlos individualmente e incluso automatizar estos encendidos y apagados. Esto permite que el conserje o el encargado de mantenimiento encienda y apague los equipos en función de las necesidades del centro.
Un ejemplo de distribución podría ser el siguiente: instalar AERATRON o AIRSLIM con control individual en las aulas y despachos, para que los profesores puedan encenderlos y apagarlos a voluntad sin interrumpir su trabajo. Por otro lado los pasillos, el vestíbulo y el salón de actos están centralizados en un Magnocontrol en la conserjería.
Si tienes más dudas sobre cómo ventilar un centro educativo, ponte en contacto con nosotros y podremos estudiar vuestro proyecto para daros la mejor solución.